Ni tú ni yo.

Al recorrer las paredes de mi habitación trate de recordar ese olor, ese que cada día ansío más, ese que me da un respiro de energía y me devuelve a la vida. Cierro los ojos y sabes bien que a quien quisiera recorrer es a ti; sin embargo, tú estas muy lejos de aquí.

Hoy de nuevo no estas ni estoy, otra llamada perdida y olvidada en el rincón.

He estado pensando en esta situación. Descubrí que nadie me puede hacer pendejo, nadie mas que yo; creando planes, buscando una solución. Nunca llegaremos a una conclusión.

Irónicamente entre mas trato de tenerte cerca mas te voy alejando.
(Como si no fuera digno de mí).

Pies al suelo.

Aun peor que esos golpes que te dejan lastimada tu mandíbula, este me hizo llegar hasta el suelo. Y que duro es esperar a que pase el tiempo, pero ¿y que si yo no quiero?, quisiera que todo fuera tan fácil, que el tiempo no estuviera de por medio.
Al escuchar tu pregunta me quede congelado, no le encontré el sentido, si la manera de expresarlo era bueno o si era malo. Yo solo te dije “si” pero me quede pensando.

Te juro que yo jamás había estado tan seguro de mi, tan confiado en mis respuestas, tan pero tan enamorado; ten por seguro que no es una etapa, es un sentimiento.
Hazme saber que opinas, que quieres, que sueñas lo mismo. Que me necesitas tanto como yo te extraño; que quieres vivir junto a mí paso a paso, día a día, año tras año.

Solo me queda ser paciente para comprobarlo