Metas perdidas

Mis achaques de la infancia regresan para recordarme lo torpe que soy, después de meses de tratar de ser la mejor persona del mundo llegue a ver que no estaba ni lo más cerca posible de serlo.
Hace mas de un año que me puse una meta, que me propuse un objetivo por el cual dejar diversos problemas que tenia, y hasta cierto punto los cumplí, el defecto en esto es que mi meta no fue material. Supere tantos problemas, tantos miedos, inclusive adicciones, como para que uno de estos miedos resurgiera para echarme a perder la vida.

Estuve tratando de cumplir mis metas sin confesar que las victorias iban a ser por ti, me cegué tanto en realizarlas que te ignore más a ti. Y estamos en el precipicio, siempre cuando estoy en peligro es cuando reacciono, siempre al ultimo.
Eres la única persona en mi vida que sabe el por que de mi actitud tan indiferente hacia muchas cosas en la vida, eres incluso la única persona a la que podré confiarle mi vida, pero decidí contarte la verdad hasta el ultimo momento, cuando menos importancia tiene quien pude haber sido yo.
Cuando en lo único que pienso es ¿por qué no pude ser mejor?, cuando se ve que todo esta perdido, cuando me voy quedando en el camino…

Solo

Esta noche que precisamente tengo demasiadas cosas que hacer como para distraerme en cualquier otra cosa, estoy aquí escribiendo este nuevo post. Me puse a reflexionar y analizar un cierto punto de mi vida, justamente en mi infancia; un gran trauma o una costumbre quizás que se me ha dado, “la soledad”.

En este momento, tal vez hasta ahora uno de los mejores en mi vida, siento que todo va bien, pero no falta como siempre esa poquita de inseguridad y es ahí donde entra ese pequeño momento de la infancia a arruinar mi existencia.
Desde pequeño siempre he aprendido a vivir solo (ya mis “miles” de admiradores se habrán dado cuenta al leer capitulo I y II de hace tiempo), desde mi corta edad a los 4 años que no tenia a nadie por las tardes, desde ese justo momento que me acostumbre a casi no convivir con nadie. Todos los años siguientes (dígase primaria) fue mas soledad y mis días de agosto creo que todavía mas y quizá es por eso que no le tomo mucha importancia a esos días.
En general toda mi vida ha sido así, sin personas con las quien salir a vivir y hablar de nuestras vidas, sin alguien a quien tenerle confianza, sin querer abrirme; todo tan lleno de falsedades y eso recae en mi infancia, y no estoy culpando a nadie, y si alguien tuviera la culpa seria yo.

Aquí es donde regresamos al presente. En casi 20 años he vivido muchas cosas: borracheras, irme de viaje, peleas, conocer mucha gente y mas cosas; y todo esto lo he disfrutado y vaya que si, pero solo. Muchas de esas cosas las viví con un gran vació, trataba de conocer gente y lo hacia, pero al tiempo desaparecían, como de costumbre. Pero un día apareciste tú y desde entonces he tratado de no alejarte de mi lado, este es uno de mis más grandes esfuerzos, tratar de abrirme hacia ti, cuidarte y tratar de darte lo que te mereces y mas.
Desde que te conocí tengo una batalla muy grande contra mí, contra mi miedo a la soledad, y más que todo eso, a perder a lo que me hace luchar. Ya en muchas ocasiones has visto mi actitud, y se que te impresiona, que tu no quieres que yo sea así, que ni siquiera es explicable y te preguntas “¿Qué hice mal?“ y tu no has hecho nada, el problema es en tener miedo de hacerlo todo mal, de perderte, de caer de nuevo en la soledad. Tal vez sea algo razonable, entre mas me importas mas miedo tengo.

"Que importa si hoy no luces bonita,
total, que a mi no me importa.
Si te quiero no es solo por tu carita,
es que yo vi en ti lo que mi vida necesita."

Ansioso

Ya se que siempre vengo con los mismos cuentos de siempre, que voy a echarle ganas a lo que viene, que me tiene que ir bien, bla bla bla…

Este año con todas sus altas y sus bajas en general, llevo un promedio muy bueno y pinta para seguir así. A lo largo de mis muchos o pocos años creí haber aprendido a no dejar el destino de uno mismo en las manos de otros, y lo que uno quería tener lo hacia por si mismo y se chingo el asunto; pero a lo largo de este año (un poco mas), me haz cambiado la vida en tantas formas, sabes que todas las cosas que hago las hago por el beneficio de los dos. Espero que este año se concluya con lo que tengo planeado, y el que viene se cumplan las cosas que espero, y que no quede mas que seguir echándole ganas; y si no se pudo, pues a seguir intentando.
Ambos sabemos que cada que nos sentamos en el lugar de siempre a platicarlo, estamos tan seguros que ya no es un sueño de lo que hablamos, cada día lo vamos planeando, tan ansiosos por que llegue aquel verano, aunque sea incierta en la fecha el año.

Tú conoces muy bien mi actitud impulsiva, y ni te has de imaginar la infinidad de cosas que se me han ocurrido para aplazar lo menos posible todo esto (todas de buena manera, para que no se asusten), pero me detengo, no quiero apresurarme, pero siento que a veces no puedo.
Sabes muy bien lo difícil que es para los dos en veces nuestra situación, pero seguimos aquí, tan seguros en nuestros pensamientos y sentimientos. Seguiremos aguantando día a día la distancia hasta que se nos cumpla el “sueño”.

Como quisiera dormir a diario junto a ti.

Prometimos

Cuando prometo una cosa por lo general trato de cumplir, y hace ya varios meses que hice, hicimos una promesa y quizás la mas difícil en nuestras vidas, la mas difícil de cumplir, por que estamos implicadas dos personas y no una sola.
Se que prometimos, se que yo no te puedo fallar, que esto es lo que mi vida ha esperado, mas que un propósito, eres mi destino, eres lo que necesito.

Perdona, no es mi intención aparentar lo contrario, yo no pienso apartarme de tu lado; perdona, disculpa, quédate a mi lado, dame una caricia no me hagas caer en el pasado. Quiéreme, no quiero apartarme de tu lado.

De un tiempo para acá se me han venido encima mis errores, y de virtudes nada se ha observado. Tenme paciencia, créeme que yo te amo.

Ni tú ni yo.

Al recorrer las paredes de mi habitación trate de recordar ese olor, ese que cada día ansío más, ese que me da un respiro de energía y me devuelve a la vida. Cierro los ojos y sabes bien que a quien quisiera recorrer es a ti; sin embargo, tú estas muy lejos de aquí.

Hoy de nuevo no estas ni estoy, otra llamada perdida y olvidada en el rincón.

He estado pensando en esta situación. Descubrí que nadie me puede hacer pendejo, nadie mas que yo; creando planes, buscando una solución. Nunca llegaremos a una conclusión.

Irónicamente entre mas trato de tenerte cerca mas te voy alejando.
(Como si no fuera digno de mí).

Pies al suelo.

Aun peor que esos golpes que te dejan lastimada tu mandíbula, este me hizo llegar hasta el suelo. Y que duro es esperar a que pase el tiempo, pero ¿y que si yo no quiero?, quisiera que todo fuera tan fácil, que el tiempo no estuviera de por medio.
Al escuchar tu pregunta me quede congelado, no le encontré el sentido, si la manera de expresarlo era bueno o si era malo. Yo solo te dije “si” pero me quede pensando.

Te juro que yo jamás había estado tan seguro de mi, tan confiado en mis respuestas, tan pero tan enamorado; ten por seguro que no es una etapa, es un sentimiento.
Hazme saber que opinas, que quieres, que sueñas lo mismo. Que me necesitas tanto como yo te extraño; que quieres vivir junto a mí paso a paso, día a día, año tras año.

Solo me queda ser paciente para comprobarlo